La Doctrina del Ojo y la Doctrina del Corazón
De un estudiante
Dijo el discípulo: ¡Oh, Maestro!, ¿qué puedo hacer para alcanzar la Sabiduría?
¡Oh, Sabio!, ¿qué hacer para alcanzar la perfección?
Busca los Caminos. Pero, ¡Oh! Lanú, ten el corazón limpio antes de comenzar tu viaje. Antes de dar el primer paso, aprende a distinguir lo verdadero de lo falso, lo fugaz de lo eterno. Aprende, sobre todo, a separar el conocimiento mental de la sabiduría del Alma, la doctrina "del Ojo" de la doctrina "del Corazón"
De La Voz del Silencio
A un discípulo que busca el conocimiento sobre el camino hacia la sabiduría y la perfección, el maestro le responde con una distinción entre el aprendizaje mental y la sabiduría del Alma e insiste en la importancia de limpiar o purificar el "corazón". Esta distinción, que es clave en la enseñanza del texto sagrado La Voz del Silencio, está expresada en los términos metafóricos de "la doctrina del ojo" y "la doctrina de corazón". Se pueden explicar los dos términos según los distintos niveles del desarrollo humano, desde las opciones más elevadas de un ser iluminado hasta los planteamientos corrientes del aprendizaje y de los deberes de la vida humana.