Lengua Espaňola

Serie Nuestra Unidad – Superando la División

Marijn Gijsbers – Países Bajos

¿Qué se puede hacer para vencer los obstáculos aparentemente insuperables que han dividido las tradiciones Teosóficas durante tanto tiempo?

La respuesta a esta pregunta es muy simple y, a la vez, un verdadero reto. Es simple porque si lográramos todos vivir la Teosofía no habrían obstáculos, sólo  unidad. Y un reto porque comprender la Teosofía es una cosa, pero practicarla en la vida diaria es otra muy distinta.

Pero vamos a aclarar una cosa: cuando digo Teosofía quiero decir la Teosofía tal como nos la transmitieron los Maestros y H. P. B.

Para avanzar en el trabajo, juntos, veo necesarios tres pasos importantes:

1)    compartir una visión;
2)    estar dispuesto a aprender;
3)    ser capaz de tener un diálogo constructivo.

Para comenzar con el primero, todas las organizaciones Teosóficas (que yo conozco) comparten el maravilloso objetivo de una fraternidad de los hombres. Este es un concepto muy abstracto pero también muy inspirador. ¿Qué significa? ¿Cómo se lo reconoce? ¿Es esta una situación en la cual cooperamos más o menos con el piloto automático? ¿O es una situación en la cual los más sabios les dicen a los demás lo que hay que hacer? ¿O pensamos secretamente que esto sólo va a ocurrir cuando todas las demás organizaciones se den cuenta finalmente de que se habían equivocado?

Claro que no. Es la armonía que sólo puede conseguirse combinando toda una serie de características que hacen que el todo esté completo. Una diversidad perfecta de características físicas, emocionales y mentales; incluso en nuestros aspectos búddhicos nos desarrollamos de manera diferente. Se puede comparar con el árbol gigantesco que tiene todas las ramas y hojas distintas, pero  comparten las mismas raíces y trabajan en colaboración por el crecimiento del árbol. Tenemos que ser diferentes para poder crecer juntos. En palabras de H. P. B.:

“Es la diversidad de  opinión, dentro de ciertos límites, lo que mantiene a la Sociedad Teosófica como un cuerpo sano y vivo.” (H. P. B. en la Convención  Americana de 1888)

Para compartir una visión necesitamos hablar de ella, aprender las perspectivas de cada uno y elaborar realmente esa idea de  unidad en nuestra mente. Las pautas que necesitamos seguir al hacerlo son los Principios Teosóficos tal como los propuso H. P. B. y los Maestros. Son esenciales en la formación de unos cimientos fuertes y estables para el futuro y para asegurarse de que seguimos siendo un movimiento Teosófico, en vez de degenerar en un grupo más de new age.

Todo aquel que haya tenido una diferencia de opinión sabe que no siempre es fácil mantener un diálogo constructivo. En mi experiencia, realmente es más difícil todavía cuando se cree saber y entender algo a fondo. En mi trabajo educando a profesionales tropiezo una y otra vez con gente considerada por los demás (o por ellos mismos) como expertos, a quienes les resulta dificilísimo desarrollar una nueva habilidad o cambiar su forma de pensar respecto a una situación determinada. Según la parábola de la cueva de Platón, consiguen salir de una cueva sólo para quedar atrapados en otra.

La única salida es una buena disposición, un anhelo, por decirlo así, de aprender. Es una actitud, un estilo de vida que nos hace ser humildes y a la vez estar abiertos a cooperar con los demás. Significa que dejamos la puerta abierta para un conocimiento distinto o superior. Tal como declaró el Dalai Lama, que una vez se autodefinió como “nada más que un simple monje”:

“Si la ciencia demuestra que alguna creencia del budismo es incorrecta, entonces el budismo tendrá que cambiar”. (Dalai Lama en New York Times, el 12 de noviembre de 2005)

Si estamos preparados para hacer esto, para dejar atrás nuestras nociones preconcebidas, podremos comenzar a tener un diálogo constructivo.

Toda la idea de un diálogo es la de compartir perspectivas, mientras que una discusión (del latín “discutere”: romper) consiste en defender y atacar puntos de vista.

Investiguemos, pues: ¿qué nos han dado todas estas organizaciones Teosóficas diferentes en cuanto a conocimientos y formas de aplicar la Teosofía? ¿Cuándo podemos definir algo como Teosófico y cuando no? ¿Qué podemos hacer para trabajar juntos como organizaciones Teosóficas para encender una antorcha de la Verdad en un mundo en el que tan a menudo prevalecen la oscuridad y la miseria?

“La esencia de la Teosofía es la armonización perfecta de lo divino con lo humano en el hombre, el ajuste de sus cualidades y aspiraciones divinas, y su influencia sobre las pasiones terrestres o animales que hay en él”. (H. P. B. en la Convención Americana de 1888).

Pongamos esto en práctica y empecemos aceptando los principios que podemos encontrar en las enseñanzas originales como base para encontrar y compartir esas aspiraciones divinas. Después utilicemos nuestras cualidades superiores para razonar y encontrar la armonía, y por favor: perdonémonos los unos a los otros cuando nuestro ego entra en escena y dejamos de ser razonables por cualquier apego emocional. Al fin y al cabo, todos somos estudiantes.

Link to English version:
http://www.theosophyforward.com/theosophy/our-unity-series/1143-our-unity-series

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