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Editorial

Jan Nicolaas Kind – Brasil


Jan Nicolaas Kind

El encuentro de las Conferencias Internacionales de Teosofía celebrado del 9 al 12 de agosto en Olcott, Wheaton, Illinois, EE. UU, tuvo un éxito abrumador. Como en las anteriores, la reunión del año pasado en Julian fue otro ejemplo asombroso y se hizo indiscutiblemente claro que los teósofos de distintas tradiciones son totalmente capaces de reunirse todos juntos y de forma respetuosa en una plataforma compartida. Los delegados y organizadores tienen buenas razones para sentirse llenos de fuerza e inspiración, y para contemplar la reunión de Nueva Cork en el 2013 con un gran optimismo.

Sin embargo, al mismo tiempo, resulta molesto que algunas páginas de internet y sus moderadores continúen con su vieja cantinela de siempre y deberíamos tenerlo en cuenta. Mediante ataques personales y abominables exposiciones de recargada prosa, afirman o insinúan que quienes no están de acuerdo con su postura  no pueden considerarse verdaderos Teósofos. Realmente deberían reconsiderar su actitud y observarse antes bien a sí mismos.

Existe un peligro en esa iniciativa tan sana y bien intencionada de la carta que se dirige anualmente a la presidente internacional de la Sociedad de Adyar, con la consigna de hacer “Justicia para Judge”. Durante los dos últimos años parece que todo esto ha ido más allá de su objetivo original. Obviamente, cualquier reconocimiento por parte del presidente internacional es bienvenido. Sin embargo, la noción de que la persona que se halla en la cumbre de una organización y, en este caso, una persona poco dispuesta a cooperar, sea tan importante y pueda darle a William Judge el reconocimiento que  indudablemente se merece, es claramente incorrecta. No está acorde con el pensamiento Teosófico, sino que se basa en un enfoque paternalista. Cualquier reconocimiento, concienciación o crecimiento vienen de dentro – de dentro hacia  arriba y no de arriba hacia abajo. Si queremos hacer justicia con W. Q. Judge, hagámoslo leyendo y profundizando en el estudio de los valiosísimos escritos que nos dejó. En mi opinión, esto es exactamente lo que él hubiera querido.

Cuando  los Teósofos pertenecientes a  todas las organizaciones Teosóficas existentes y también los Teósofos independientes, por medio del estudio e investigación de su trabajo, sean conscientes de lo que aquel gran hombre compartió con nosotros y empiecen a apreciarlo, no se necesitará ningún reconocimiento desde las alturas.
Muchos miembros de la S.T. de Adyar de todo el mundo reconocen a Judge como a uno de los tres fundadores principales. Los que vinieron a Wheaton en agosto para la reunión de ITC, por ejemplo, vieron que en el pasillo de la planta baja su retrato está colocado junto a los de Olcott y H.P.B y que su obra completa está disponible en la Biblioteca Olcott. Es triste ver que el retrato de Judge no se encuentra entre los que son considerados eminentes Teósofos en la página web oficial de la S.T. de Adyar y que su nombre no se menciona en la reseña histórica de esa misma página. No está bien, pero si seguimos una línea ascendente, solo es cuestión de tiempo; tenemos que ser pacientes.

En estas peticiones anuales, mencionadas antes, a la presidencia de Adyar para hacerle justicia a W.Q.J., también se sugiere que el caso Judge realmente debería abrirse de nuevo. Es muy cuestionable que una reapertura pudiera realmente arrojar nueva luz en el caso con el descubrimiento de documentos que podrían llevar a otras conclusiones. Pero desde un punto de vista práctico, para investigadores o estudiantes serios, los archivos de Adyar y todos los demás archivos Teosóficos que se conservan en todo el mundo deberían estar siempre accesibles para su investigación.

En este contexto, y en un editorial más reciente de Theosophy Forward, yo escribí lo siguiente: “William Q. Judge fue un hombre refinado, un gran Teósofo, pero también un ser humano. Como todos nosotros, tenía defectos, igual que los tenían sus contemporáneos. Juzgar a Judge, hacerle justicia de alguna manera, o considerar los hechos que ocurrieron hace más de ciento diecisiete años, debe hacerse con cautela. Esta es la tarea de los historiadores y especialistas cualificados teosóficos que son capaces de hacerlo de forma imparcial. Idealmente, los miembros de este equipo, cumpliendo los requisitos requeridos, deberían pertenecer a distintas organizaciones Teosóficas. Sería realmente un gran ejercicio de Fraternidad.”

Estoy preocupado porque he visto que el caso Judge y la iniciativa de “Justicia para Judge” se están utilizando como un portal para verter acusaciones personales hacia algunas personas de la Sociedad de Adyar. Esto no es hacerle justicia a W.Q. Judge en absoluto, ni tampoco contribuye a conseguir la unidad. Sólo siguiendo un camino de compasión, respetando siempre los puntos de vista de los demás, sobre todo cuando no están de acuerdo con los nuestros, se llegará al entendimiento; y entendimiento significa unión.  Recuperar viejos conflictos, hacerlos nuestros y asumirlos de tal manera que nos convirtamos en esos conflictos es algo que nos distrae y nos frustra, nos divide y no nos conduce a nada.
Hay que seguir adelante.  

Link to English version:
http://www.theosophyforward.com/the-society/editorial.html

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